Pixelman, del estudio Kindermann Corp.

Pixelman es un juego desarrollado para dispositivos móviles, donde interpretamos a un superhéroe que debe sobrevolar la metrópoli de Pixville y rescatar la mayor cantidad de ciudadanos (personas y animales), que se encuentran distribuidos en los techos de los edificios y de los autos.

La ciudad está siendo azotada por una ola de maldad de la mano del Barón Von Pixel, y es el deber de Pixelman (el protagonista) proteger la ciudad y traer tranquilidad a sus habitantes.

El juego presenta una mecánica al estilo Flappy Bird (pulsando la pantalla se “sube” y dejando de pulsar se “baja”) y recorre un escenario infinito, con la idea de lograr la mayor cantidad de puntaje posible en cada partida.

Es un juego simple, de gráfica retro y música de 8 bit, destinado a un público que no pretenda nada más que tener en su dispositivo algo para pasar el tiempo. No existe una historia para seguir (de hecho en ningún momento vemos al Barón Von Pixel) ni hay otro objetivo que no sea rescatar la mayor cantidad de habitantes para lograr el mayor puntaje posible.

Sin embargo, pueden destacarse dos elementos significantes: por un lado la figura del héroe como el único “salvador” de la comunidad; el juego nos pone en el lugar del responsable del destino de una ciudad que está bajo el ataque de una persona, aunque nunca veamos a esa persona ni sepamos por qué ataca a la ciudad. El antagonismo héroe/villano nos remite inmediatamente a la batalla milenaria entre el bien y el mal y nos pone (sin elección) en el lugar del bueno. Lo llamativo es que, por la misma mecánica del juego, seremos buenos aún sin querer serlo, ya que aunque solamente querramos lograr la mayor cantidad de puntos, de la única manera que podremos lograr ese objetivo es recurriendo a la buena acción, a ser lo que la ciudad espera que seamos más allá de nuestros intereses personales.

 

Por otra parte, es interesante el reconocimiento que los ciudadanos hacen al héroe, quien al comenzar el juego se encuentra en un escenario rodeado de personas que lo saludan y lo alaban. En el mismo escenario un cartel indicando la cantidad de personas que Pixelman va salvando, nos remite nuevamente la idea de cantidad, de puntaje, del logro más allá de la acción ética. El reconocimiento al ego reflejado en ese cartel, inevitablemente lleva a pensar que esa ciudadanía también está siendo engañada por parte del héroe: ellos creen que están vitoreando a la persona que las salva porque esa persona es “buena” y hace lo que corresponde a su deber de héroe, cuando en realidad los rescata porque necesita un puntaje para ser mejor que los demás.

Por el momento sólo está disponible para Android en dos versiones: Free y Full. La primera cuenta con publicidades y algunas limitaciones, mientras que en la segunda opción de u$s 0.99 podremos disfrutar el juego en todo su esplendor. Proximamente estará disponible una versión para iOS y Steam.

Es el primer juego del estudio argentino Kindermann Corp y les damos todo nuestro apoyo para que sigan creciendo!